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Clase 12
El renacimiento y el desarrollo del humanismo.

EL HUMANISMO.
A partir del siglo XIV, se produjo una crisis del pensamiento medieval y se fue desarrollando el Humanismo que dio paso al Renacimiento. El término “renacimiento” fue adoptado a finales del siglo XV como expresión de la creencia de un “nuevo nacimiento” de la cultura tras mil años de la Edad Media.


El Humanismo implica la negación del pasado medieval y la afirmación de algo distinto: ahora era el hombre la cabeza y la clave del Universo por mandato divino.

Significó la revalorización de los estudios clásicos de la antigua Grecia y Roma.


Como vemos, el pensamiento medieval ponía todas sus esperanzas de perfección en la eternidad, en el goce del Paraíso después del Juicio Final, es decir, no en este mundo. Los humanistas se rebelaron contra esto, debido a que ofendía la esperanza del hombre en construir su perfección aquí en la Tierra con sus conquistas materiales y mentales..

De esta manera los humanistas se dedicaron al estudio del hombre y de la naturaleza, en base a los autores clásicos.


Rescataron el latín, griego, hebreo y arameo. Esto permitió examinar los textos originales de la Biblia, de la literatura romana, de la filosofía griega, y difundir sus comentarios al respecto con la ayuda de la imprenta inventada por Juan Gutenberg, en 1455.


La experimentación se convirtió en condición indispensable de una ciencia real: el método inductivo. En esta revolución científica,  se mejoró el trabajo de los metales. Se comienza a utilizar la hulla además del carbón vegetal para fundir los minerales y se descubren metales nuevos. El hierro, permite los adelantos en la metalurgia y facilita la producción “industrial”.


La medicina,  avanza de manera acelerada con el estudio de  la anatomía. El uso de la razón para comprender el mundo, observar y experimentar.

La historia como una experiencia práctica que permitiera ejercer el poder o el gobierno por medio del conocimiento directo de la realidad.


La libertad, belleza, felicidad, respeto de sí mismo, son los nuevos valores de una sociedad que respeta una moral individual que a su vez desemboca en una moral colectiva basada en la tolerancia y la armonía entre los hombres.

REPRESENTANTES DEL HUMANISMO. El movimiento apareció en Italia con:
Los poetas Francisco Petrarca (1304-1374) y Juan Bocaccio (1313-1375), y florece en el siglo XV, en la ciudad de Florencia, gobernada entonces por Lorenzo de Médicis (1449-1492). Éste reunió a su alrededor a algunos intelectuales como Marsilio Ficino y Pico de la Mirándola (1463-1494).

 Erasmo de Rotterdam (1469-1536) ilustró con su vida y obra el ideal humanístico. Fue filólogo y publicó textos clásicos; fue moralista, teólogo y consejero de príncipes. Fue sacerdote pero nunca lo practicó: fue el modelo de un laico. Estudió en París, prendió latín y griego.


En 1524 escribe “De Libero Arbitrio” en donde dijo que no podía aceptar el luteranismo, puesto que si el hombre no era libre para cambiar su vida, no era humano.

Nicolás Copérnico (1473-1543) autor de la teoría heliocéntrica. Para este astrónomo polaco, los planetas giraban alrededor del sol en órbitas circulares. A pesar de la importancia de su descubrimiento, Copérnico es condenado por los teólogos y atacado por los sabios.


Tomás Moro escribió el libro “Utopía” en 1516, habla de una isla imaginaria, en forma de media luna con ciudades planificadas y equidistantes. Todas las casas son parecidas, no existe la propiedad privada, y todos sus habitantes se visten igual y trabajan rotando entre la ciudad y el campo. Los representantes de las familias eligen a un príncipe que gobierna en forma vitalicia.


En “Utopía” la gente aprende el oficio que más le gusta y otro que el Estado le elige para el bien de todos.

EL RENACIMIENTO.
El arte del humanismo, conocido como “Renacimiento”, reprodujo estéticamente esta nueva fascinación y estima por del individuo.


Las figuras de cuerpo entero expresan un goce sin tapujos ante la forma humana. Ellas reflejan el gran optimismo de aquel tiempo sobre el hombre.  Se trata de un arte burgués, humanismo y antropocentrismo.

Para el artista del Renacimiento, el hombre es la medida de todo. Y en este caso es también la antigüedad clásica la que se rescata como modelo de creación. Había, entonces, que rescatar la belleza y la simetría tan cultivadas por los artistas griegos y romanos, al momento de levantar un palacio, esculpir una figura o pintar un cuadro, había que respetar los órdenes clásicos y las proporciones del cuerpo humano.

Los artistas del renacimiento dejan de lado al gótico, caracterizado por las ojivas y las torres en forma de aguja, por un estilo inspirado en las construcciones de la Antigüedad. Ahora van a predominar las líneas horizontales, el uso del medio punto, el frontis triangular y las columnas clásicas.


La pintura mural, o los frescos, sigue gozando de gran importancia pues se dirige a las masas y no solamente a unos pocos como la pintura de caballete, el cuadro, que también se extiende.

Otro ideal de los artistas del Renacimiento fue buscar una síntesis de lo pagano con lo cristiano. En otras palabras: cristianizar la cultura pagana. El ejemplo de “La Piedad” de Miguel Ángel es muy ilustrativo. El estilo es pagano pero el tema es cristiano.


Etapas y representantes en Italia.- Algunos autores hablan de un pre-Renacimiento en el siglo XIV italiano. Esta época, conocida como el Trecento, tuvo entre sus figuras al gran Giotto (1266?-1337), relacionado con el pensamiento de san Francisco de Asís. Etapas de este arte:


a. El Quattrocento.- Etapa inicial y tiene a la ciudad de Florencia como su punto central. Destacan artistas como Masaccio, Donatello y Brunelleschi.

b. El Cinquecento.- Etapa de máxima madurez o clásica. Este período abarca de 1490 a 1520 aproximadamente. Su centro estuvo en Roma y sus exponentes son Leonardo, Miguel Ángel y Rafael.

Leonardo da Vinci (1452-1519) fue el típico sabio humanista. Destacó en ingeniería, en arquitectura, en pintura, en escultura, en música, en poesía. Para él la experimentación se convirtió en condición indispensable de una ciencia real. Entre sus obras más famosas están la “Gioconda” y la “Cena”. Vivió muchos años en Milán y luego en Francia llamado por el rey Francisco I.


Miguel Ángel Buonarotti (1475-1564). Fue pintor, escultor, arquitecto y poeta. Estudió en Florencia y luego en Roma. Trabajó para los Médicis y los papas Julio II y Pablo III. Sus obras destacables son la cúpula de San Pedro del Vaticano, en Roma; las tumbas de los Médicis, en Florencia; los frescos de la Capilla Sixtina en el Vaticano; las esculturas “El Moisés” “La Piedad” y “El David”.


Rafael Sanzio (1483-1520). Formado por Perugino, asimiló las lecciones de Leonardo y Miguel Ángel. Se le considera el último exponente del Renacimiento clásico y uno de los iniciadores del manierismo. Trabajó desde 1508 para el Vaticano. Sus obra destacada es la “Escuela de Atenas” donde representa a los filósofos de la Antigüedad.
  

El manierismo:
Fue un arte aristocrático, elitista y cortesano, frente a la condición burguesa del Renacimiento. Fue eminentemente anti-clásico y anti-burgués. Sus centros fueron las cortes europeas o las ciudades donde se ejercía algún tipo de poder político: Roma, Venecia, Praga, El Escorial o Fontainebleau en Francia. Es un arte más dramático, para muchos el manierismo fue el puente entre en Renacimiento y el barroco.


Por todo ello, el manierismo expresa sentimientos vivos, desequilibrios emotivos, expresividades y misticismos exaltados, frente a la serena calma renacentista.

Así lo demuestran, por ejemplo, las obras de Tiziano, El Veronés, Tintoretto, El Greco y Giambologna, entre otros.


Éste periodo del humanismo fue el auténtico arranque del mundo moderno que llega hasta nuestros días, de esta forma apareció una cultura laica, urbana y, en cierto modo, de “clase media”.

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