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Clase 11
Las exploraciones marítimas.


A causa de los inventos y la tecnología, se promovió la expansión marítima que pronto sería el motor regenerador de la economía de las potencias del viejo mundo. Estas expediciones son parte del cambio en el modelo económico del feudalismo al capitalismo.

Las hazañas marítimas de los siglos XV y XVI abren un nuevo horizonte a la humanidad: se comprueba la redondez de la Tierra y descubrimiento de nuevos mares que se interconectan. Por ejemplo,  Bartolomé Días emprende un viaje bordeando África hasta llegar a su parte más meridional, en 1487.

La salida de Europa provocó un gran impacto en la mentalidad de una población que, durante el extenso período feudal, había vivido relativamente aislada e ignorante de lo que ocurría en otras tierras.

En apenas cincuenta años los europeos tuvieron que asimilar la realidad de un mundo distinto.

Los descubrimientos pusieron a los europeos en contacto con pueblos cuyas creencias eran muy diferentes. Sorprendidos al ver que la cristiandad quedaba reducida a Europa, algunos se preguntaron si esos pueblos tenían espiritualidad, alma o si pertenecían al género humano.

Con el descubrimiento de América y la política de explotación de las colonias, hubo un consenso general de exportar menos e importar, sería el modo más ventajoso de acumular riquezas y hacer el mantenimiento de su nación. Se le llamó la balanza comercial, además reforzó la idea de acumulación de riquezas, metales preciosos y recursos valiosos que desarrolló una "teoría" llamada mercantilista.

En el siglo XV, Castilla era un reino de hombres que miraban al mar y que lo buscaban como complemento necesario del reino de tierra firme.

Luego de sucesivas insistencias, Cristóbal Colón logra en abril de 1492 que los Reyes Católicos, Isabel de Castilla  y Fernando de Aragón, financien los viajes.

Cuando Cristóbal Colón abrió el camino a las Indias en 1492, los castellanos se hicieron a la mar y pronto aprendieron a navegar el Océano Atlántico, el Mar Caribe y el Golfo de México. De allí en adelante los viajes de exploración se multiplicaron.

Mientras los portugueses exploraron la ruta oriental a Asia, los españoles zarpaban hacia el oeste. Una vez en el océano índico, los primeros alcanzaron rápidamente su objetivo entre 1498 y 1512.

En 1524, Giovanni da Verrazano escudriña la costa de América del Norte hasta Nueva Escocia, que se aceptó en forma general la existencia de un nuevo continente. Mientras tanto, la búsqueda de una ruta occidental a Asia continuaba conduciendo a la exploración intensiva del Caribe.


En 1521 Fernando de Magallanes dio la vuelta por América del Sur, ingresó al Pacífico y alcanzó las Filipinas, pero la ruta era demasiado larga y peligrosa para fines comerciales. En 1557 los portugueses ocuparon Macao y después de 1564 los galeones españoles comerciaban entre Manila y Acapulco en México.

Inglaterra y Francia, sin reconocer el monopolio reclamado por España y Portugal en el Tratado de Tordesillas (1494), se embarcaron en una serie de viajes con el propósito de llegar a Asia por una ruta septentrional.

Los ingleses, franceses y holandeses en los últimos años del siglo XVI y la primera mitad del XVII, realizaron viajes exitosos a América.

Todos estos viajes fueron posibles por el perfeccionamiento en la construcción de las embarcaciones, los adelantos en los instrumentos náuticos y el desarrollo de la cartografía.

Con la ayuda de instrumentos astronómicos de gran utilidad, los navegantes pudieron llevar a cabo los viajes de exploración marítima.

a) Esfera armilar del siglo XVI. Los anillos representan las proyecciones sobre la bóveda celeste de es círculos de referencia que los cosmógrafos definen en la Tierra.

b) Astrolabio, instrumento que determina posiciones y alturas de los cuerpos celestes.

c) Brújula, artilugio que indica la orientación de la nave con respecto al norte magnético.

En los siglos XIV y XV la arquitectura naval experimentó un notable avance al integrarse los conocimientos heredados de los romanos, árabes y vikingos, con lo que se incorporó la vela cuadrada, un tercer mástil y el timón perfeccionado, que mejoraron la maniobrabilidad y dieron mayor velocidad a las embarcaciones.

La carabela y la carraca son típicas embarcaciones en las que se combinaron estos tres elementos y son las naves que hicieron realidad la navegación atlántica.


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