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Clase 7
Caída del Imperio Romano.
Como recordarás el Imperio Romano se desarrolló
entre el año 27 a. C. y el 476 d. C. Los
dominios y territorios del Imperio Romano, incluyeron las tierras próximas al
mar Mediterráneo, el Oeste y Sur de Europa, Britania, Asia Menor y el Norte de
África, incluyendo Egipto.
Se considera que el final del Imperio Romano,
fue la rápida propagación del cristianismo con sus ideales y creencias, así como el considerable
poder de las tribus bárbaras que invadieron Italia.
La Cristiandad
El cristianismo proclamaba la creencia de la
vida después de la muerte, lo que muchos vieron como una esperanza y aliento.
El cristianismo predicaba que la vida es sagrada, y que debe evitarse toda
actitud que atente contra ella.
La moral, la ética y los valores romanos
habían cambiado radicalmente, y las personas estuvieron dispuestas a dar sus
vidas por su nueva religión y sus creencias. Muchos cristianos murieron debido
a las persecuciones, contrario a sus creencias politeístas que habían tomado de
la religión griega.
El Emperador romano Constantino el Grande, se
proclamó devoto de la fe cristiana y emitió el Edicto de Milán en el año 313,
otorgando el favor y la protección a los cristianos.
Sabías que, Durante la última batalla de
gladiadores bajo el reino de Honorio el 1 de enero de 404, un monje cristiano
de nombre Telémaco, accedió a la arena del Coliseo en el medio de la cruenta
batalla de sangre e intercedió por su cese en el nombre de Jesús. Telémaco fue
apedreado hasta la muerte, lo que provoco que tres días después, el Emperador decreta el cese de los juegos públicos.
Con la llegada del cristianismo, se dio la
manumisión o acto de liberar a los esclavos, redujo el número de la mano de obra.
La invasión bárbara
Desde el año 410 la capital romana fue
asediada por las hordas de los visigodos, bajo el mando de Alarico, y
posteriormente por los vándalos guiados por Genserico en el año 455. Incluso,
el poderoso Atila destruyó la ciudad en el año 451. Todos estos ataques tomaron
lugar durante el reinado del desafortunado Valentiniano III.
El Imperio de Occidente, había quedado
reducida al territorio de la actual Italia. Los bárbaros constituían el
verdadero poder tras el trono, puesto que los ejércitos romanos se encontraban
conformados mayormente por tribus bárbaras, bajo el control de generales
bárbaros. El lugar ganado por el general Estilicón el Vándalo durante el
reinado de Honorio, fue reemplazado tiempo después con la presencia de Flavio
Ricimero.
El nuevo líder comandaba las tropas bárbaras
en favor de Roma, a cambio de que Roma le otorgara el título de senador
patricio. Durante diecisiete años (455-472), Ricimero ejerció una autoridad
absoluta, nombrando y destituyendo Emperadores a su propia voluntad.
En el año 475 Flavio Orestes ubicó en el trono
a su hijo Rómulo Augústulo, un niño de seis años de edad. El corto reinado del
joven príncipe no contiene otra relevancia en la historia que el hecho de haber
sido el último de los reinados en Occidente. Los bárbaros mercenarios
demandaban un tercio de las tierras italianas del Imperio, y ante la negativa
de Orestes, encomendaron el asunto en manos de Odoacro (líder de la tribu
germánica de los hérulos).
Fin del Imperio Romano
Ante el asedio bárbaro, Rómulo fue despojado de su
título de Emperador, el regente del Imperio Oriental vio que no existía la
necesidad de nombrar otro Emperador en el Occidente. Odoacro obtuvo entonces el
título de patricio, y gobernó por toda la Italia como vicario del Emperador de
Oriente.
El hecho de ser considerado Odoacro como un
gobernador romano bajo el título de patricio, y teniendo en cuenta además que
el propio líder reconocía la autoridad del Imperio Oriental, podemos decir que
el Imperio Occidental no había sido destruido del todo, sino que pasaba a
formar parte una vez más del Imperio Oriental.
El Occidente se convirtió gradualmente en el
hogar de varias tribus germanas. En África se encontraban los vándalos; en
España y al sur de la Galia, los visigodos; al noroeste de España, los suevos;
al sureste de la Galia, los burgundios; en la Britania, los sajones y los
jutos, y finalmente en Italia los hérulos. Solamente al norte de la Galia
existía un vestigio de la autoridad romana, preservado por el gobernador
Siagrio, quien logró mantenerse en el poder durante diez años bajo el asedio de
los invasores, pero fue derrotado finalmente por el rey franco Clodoveo (486 d.
C.).
El jefe del nuevo reino germano, comenzó
ejerciendo una autoridad independiente, y el pueblo romano no tuvo otra
alternativa que someterse al nuevo mandato. Las costumbres y tradiciones de los
romanos, sus leyes y su lenguaje, aún eran preservadas, pero fueron corrompidas
con nuevas costumbres, nuevas ideas y nuevas instituciones.
El final de Roma se vivió en el año 537 d. C., durante el saqueo de los godos a la capital. Los acueductos que abastecen de agua fueron destruidos por los bárbaros, y el pueblo romano vivió la escasez de agua, llegando a perecer un alto porcentaje de sus habitantes. Esta pérdida demográfica significó el punto final para la ciudad.
El declive del Imperio constituyó una
transición hacia una nueva fase de Imperialismo, la caída del Imperio Romano de
Occidente, en realidad fue la transición hacia la construcción de los fundamentos
de nuestra civilización moderna.
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