Taller17
Taller
17
Cultura
del Ahorro
Tener
un hábito de ahorro te permite ser resolutivo ante cualquier imprevisto
económico que se presente, por lo que educar en el ahorro se debe hacer
desde la infancia.
Tener
una buena educación financiera es vital para estar seguros y tranquilos en la
economía personal de cada uno. Disponer de dinero extra es un seguro de vida,
que nos permite afrontar el futuro con mayor entereza y con la seguridad de
poder hacer frente a problemas económicos o imprevistos que puedan surgir. Por
ello, es fundamental saber ahorrar y tener un hábito de ahorro rutinario,
siendo un valor que se debe aprender desde pequeños.
Es
importante que conozcas el valor del dinero: qué es y qué
significado tiene, cómo se gana, cuánto cuesta ganarlo, etcétera. Una vez
comprendan estos aspectos, serás más consciente de que no
se puede tener todo lo que uno quiere, que las cosas hay que conseguirlas con
esfuerzo. Hay que aprender a administrar el dinero con sentido común,
inteligencia y con valores de prosperidad, es decir, aprender a
ahorrar.
Muchas
veces los niños pequeños lloran porque no se les ha comprado lo que quieren. Creen que
la decisión depende únicamente de si sus padres quieren o no comprarles ese
juguete en concreto.
No saber administrar el dinero ni saber decidir en qué se prefiere gastar. La educación financiera te ayuda valorar lo que tienes, a ser
respetuoso y no despilfarrar, las premisas básicas para el ahorro.
Ventajas
de enseñar a los niños a ahorrar
Educar
en el ahorro a un niño trae consigo consecuencias positivas:
-
Aprenden a saber lo que son las recompensas o gratificaciones. Al entender el
significado de ahorrar y por qué se ahorra, los niños comprenden que sólo
recibirán regalos cuando se lo merezcan. Esto mejorará sus comportamientos y
sabrán gestionar sus emociones (no sentirán frustración). Es un valor muy
importante para que el día de mañana no sean compradores compulsivos para
saciar sus sentimientos.
-
Les ayuda a fijarse metas y a estar motivados. Si los niños consiguen
establecer su meta de ahorro, estarán involucrados y motivados por no gastar
todo el dinero que tienen. Se sentirán vencedores si lo logran.
-
Aprenden el valor del esfuerzo. Ahorrar no es tarea fácil. Implica dejar de
comprar aquello que nos hace ilusión, pero que no es una necesidad, y es un
sacrificio que a muchos les cuesta cumplir. El objetivo es enseñarles el placer
que da cuando disponemos de dinero para comprarnos en un futuro una recompensa
de mayor valor y que nos hace todavía más felices.
-
Toman decisiones con responsabilidad. Cuando se les enseña a ahorrar a los
niños, se debe dejar que tomen sus propias decisiones sobre cómo administrarlo.
Solo así aprenderán de verdad, probando y cometiendo errores.
-
Aprenden a ser previsores. El ahorro nos permite tener dinero de cara a los
problemas que puedan surgir en el futuro. Es decir, ahorramos porque somos
previsores. ¿Qué ocurre si se pincha la rueda de la bicicleta de nuestro hijo y
no tiene dinero para otra? Se quedará sin uno de sus juguetes favoritos. Este
sencillo ejemplo le enseñará a ser previsor para la próxima vez.
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